Izquierda Unida se reafirma como la principal fuerza municipalista de la izquierda transformadora con los/as cerca de 1.700 concejales/as logrados el 28M.
La fuerte implantación territorial de IU le permite enfrentar en mejores condiciones la peligrosa ola reaccionaria que protagonizan derecha y extrema derecha, que algunos buscan perpetuar de cara a la próxima cita electoral por intereses partidistas y espurios
Izquierda Unida consiguió en las pasadas elecciones locales del 28M cerca de 1.700 concejales y concejalas, una cifra similar a los cargos municipales existentes desde los comicios de 2019, lo que reafirma a esta formación como la principal fuerza municipalista dentro de las formaciones que conforman el espacio de la izquierda transformadora.
A falta de completar un mapeo exhaustivo de los resultados pueblo a pueblo, una tarea especialmente compleja porque las cifras que ofrecen los organismos oficiales encargados de facilitar los datos no tienen en cuenta la complejidad de las coaliciones, fórmulas y denominaciones con las que se concurrió a los comicios, Izquierda Unida ha logrado 1.678 cargos municipales, repartidos por todos los territorios.
Pese a los malos resultados el 28M ya analizados en la última semana para el conjunto de las formaciones de izquierda, la fuerte implantación territorial con la que cuenta Izquierda Unida ha permitido a esta formación enfrentar en mejores condiciones la ola reaccionaria que protagonizan la derecha y la extrema derecha.
Se da la circunstancia de que, además de las federaciones que integran IU que prácticamente repiten su representatividad, hasta seis de ellas elevan el número de concejales/as respecto a hace cuatro años en otras tantas comunidades: Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, y Euskadi.
Con este resultado, Izquierda Unida enfrenta una reducida diferencia sobre los 1.740 cargos locales conseguidos en los comicios municipales de 2019. Andalucía sigue siendo con diferencia la comunidad autónoma donde se concentra buena parte de la representación local de IU, que resiste con más solvencia que formaciones con una tradicional mayor representación, como el PSOE, el avance de la derecha y de la extrema derecha en este territorio.
Izquierda Unida logra en Andalucía un total de 840 concejales/as, seguida de Castilla y León con 149, Asturias con 123, Castilla-La Mancha con 130 y la Comunidad Valenciana con 114. En Extremadura y Aragón se contabilizan 58 y 55 escaños, respectivamente, así como 49 en Euskadi, 36 en Madrid, 25 en Cataluña, 21 en Canarias, 19 en Murcia, 18 en Baleares, 13 en La Rioja, 11 en Galicia, nueve en Navarra y ocho en Cantabria.
Izquierda Unida analizó y valoró inmediatamente, de forma pública y en los debates convocados los últimos días en sus correspondientes órganos de dirección, lo que ya tachó como pésimos resultados para el conjunto de la izquierda. Los datos concretos expuestos contrastan con las valoraciones catastrofistas y desmovilizadoras vertidas desde ámbitos ajenos a la izquierda transformadora, que por intereses partidistas y espurios buscan perpetuar la peligrosa ola reaccionaria de cara a la próxima cita electoral.